La falta de lluvias en conjunto con las altas temperaturas registradas en Nuevo León han llevado a las presas a caer a niveles alarmantes, con el paso de los meses los principales embalses se han ido secando, la situación se torna preocupante debido a que no se esperan precipitaciones en los próximos días.
El Cuchillo, que es la presa más grande de la entidad, se encuentra al 63% de su capacidad; mientras que Cerro Prieto y La Boca están por debajo de la mitad de su llenado.
La presa Cerro Prieto, ubicada en el municipio de Linares, ha caído a uno de sus niveles más bajos en la historia, mostrando una imagen sin precedentes, al no contar con agua en la parte de las cinco compuertas.
La presa con capacidad de 300 millones de metros cúbicos cuenta actualmente con 110,429; es decir un 37% de su capacidad.
La cortina de 15 metros de altura se encuentra totalmente seca, un panorama que no se observaba desde hace varios años.
El nivel de la presa Cerro Prieto ha ido en declive desde el mes de mayo, cuando su nivel de llenado era del 52%; para junio el nivel ya se encontraba en 48%, en julio llegó a 46%; sin embargo, al cierre de ayer su porcentaje había descendido a 37 por ciento.
La preocupante imagen de la presa ubicada en Linares contrasta con la que se observa en La Boca desde hace varios meses. Actualmente este embalse se encuentra al 42% de su capacidad.
El Cuchillo, cuya capacidad es de 1,123,143 metros cúbicos, contaba hasta el día de ayer con 711,282, que equivale al 63% de su capacidad.
Este patrón que han seguido las principales presas, es el mismo que durante los últimos meses han presentado el resto de la entidad; como lo son: la presa Venustiano Carranza, Salinillas, Marte y Las Blancas.
Aunque la canícula llegó a su fin desde el pasado 24 de agosto, el calor intenso continuará en el estado por lo menos hasta el 10 de septiembre.
Comúnmente el fin de agosto e inicio de septiembre marca también el arranque de la temporada de lluvias.
Fuente: El Horizonte
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